La primera imagen a la que se le dio culto fue la de la Virgen de los Dolores que se encuentra a los pies del Santísimo Cristo de Santiago, pero llegado el momento de decidir si restaurarla o contratar la realización de una nueva imagen, decidieron encargársela a D. José Paz Velez en 1958.
El 12 de febrero de 1973 se encarga al escultor e imaginero D. Luis Alvarez Duarte la hechura de una nueva imagen de Nuestra Señora de las Lágrimas y como resultado tenemos esta magnífica imagen de gran dulzura y delicadeza al estilo del autor.