Fue realizada para el retablo de sala Sacramental hacia 1798 por el maestro escultor, vecino de Sevilla, D. José Tiburcio González.
La restauró, tras el incendio que sufrió la sala Sacramental el 13 de julio de 1988, D. Francisco Berlanga de Ávila y posteriormente, en el año 1999, Dña. Encarnación Hurtado.